“LA RUTA DEL CRIMEN”, viaje en cuatro dimensiones a la psique criminal

La innovadora obra teatral que desafía los límites de lo psicológico, sumerge al espectador en la mente de unos criminales que se abren ante unos visitantes, en escenarios diferentes, para una experiencia teatral única que desdibuja la línea entre la cordura y la locura.
Con un concepto fuera de lo común, "La Ruta del Crimen" llega a los espacios de Majareta en Madrid para transportar al espectador a una experiencia única e inmersiva en la mente de 4 personajes muy particulares y con historias que entrelazan realidades profundas que traspasan al propio presente.
Bajo la batuta de Mayelit Valera, creadora del proyecto, el recorrido por esta experiencia en primera persona inicia antes de entrar al local, que al abrir sus puertas recibe a los asistentes en medio de una atmósfera que los hace sentir como un miembro más del elenco.
Encontrarse de frente a personajes movidos por sus propios demonios, convierte al espectador en testigo directo de relatos entregados desde la hondura de almas atormentadas, que comparten sus mundos entre miradas agudas, comportamientos inesperados y hasta una que otra acción histriónica.
Más allá de la ficción
Valera lleva a escena este proyecto que nace de su inquietud por hacer un recorrido teatral que sumerja al asistente por varios lugares, moviéndose de forma constante, viviendo en cada espacio relatos diferentes y que le trasmita distintas sensaciones. La pieza teatral expone pormenores de la vida y acciones de asesinos en serie de la vida real, cuyas historias fueron publicadas en su momento por los medios de comunicación.
"El primero que se me vino a la mente fue el asesino del ajedrez, desde que leí esa noticia, hace muchos años, me impactó. El Comegente no podía faltar, una referencia de mi país, Venezuela", comenta Valera. "Luego llegaron los siguientes, que me encajaban en lo que quería transmitir, lo que buscaba para crear esa atmósfera en cada espacio. Que se vivieran emociones, pero también reflexiones".
La responsabilidad del guion estuvo a cargo de José Palacios y Luis Jaspe, quienes con su pluma lograron engranar de forma perfecta la idea original con las características de cada personaje, para darles vida en escena .
La directora asegura que "todo fue encajando de manera magistral y sin problemas. Desde los actores, hasta los textos". Para ella, el éxito de la obra recae en un elenco ejemplar de profesionales y personas maravillosas. Siente, además, "satisfacción y crecimiento y la convicción de que todos los proyectos se pueden realizar, aunque lo veas lejos de la realidad. Ahí está la emoción del arte, la diversidad y el reto".
En "La Ruta del Crimen" es inevitable adentrarse en la vida de cada personaje y sus historias familiares y sociales. La obra logra un impacto profundo al presentar narraciones que no sólo son actos aislados, sino que están arraigados en biografías que son reveladas por capas que van destapando complejidades psicológicas, permitiendo al público reflexionar sobre las causas subyacentes de la conducta criminal.
Actuaciones que desafían los límites
Uno de los aspectos más destacados de la obra es la habilidad del elenco para transmitir la intensidad emocional de cada personaje, creando una conexión genuina con la audiencia. Los actores logran capturar la angustia, la desesperación y la humanidad de los criminales, desafiando al público a cuestionar sus propias percepciones sobre los delitos y la justicia.
José Palacios, guionista y uno de los protagonistas, confiesa que su mayor reto fue entrar en la mente de un asesino y, sobre todo, intentar sentir su ira, odio, frustraciones y expresarlo con el menor movimiento posible, en contra de lo que sus instintos le pedían. Para lograrlo, comenzó a escribir un texto basado en la investigación de la persona y los hechos en la vida real, pero con los matices personales que permitieron la construcción de una versión libre. Así concibió a un personaje que odia la humanidad y ve al mundo como un tablero de ajedrez.
"Tras escribirlo tocó ensayarlo y ponerme en manos de Mayelit, adaptarme a su visión, que no siempre coincidía con la mía, y buscar al personaje dentro de sus directrices de ser frío, calculador, perturbador, lleno de ira y complejos por dentro. Alguien que no odiaba tanto el estar encerrado o ser odiado por todos, como el hecho de no haber terminado su obra maestra", comenta Palacios.
El actor asegura que siempre que actúa "espera que los espectadores sientan tensión e incomodad y se vayan con esa sensación, que recuerden la experiencia de haber estado en una habitación con un monstruo impredecible. Que se pregunten cómo alguien pudo cometer tantas atrocidades tan fríamente y cuánta gente así habrá entre nosotros sin darnos cuenta".
Eva Gallego, por su parte, personifica a una mujer que requiere de mucha fuerza para ser interpretada, ya que no solamente existió, sino que también tenía muchas aristas y experiencias que causaron impacto en su salud física y mental. "Para mí, incorporar todas esas dimensiones no era nada fácil. En mi caso, yo soy psicóloga, he trabajado con víctimas de violencia y era muy fácil victimizarla y quedarte sólo con esa posición, pero el personaje era mucho más rico, así que eso implicaba retos".
Para la actriz, también fue un desafío el hecho de que tuviera que llevar a escena un monólogo completo que implicaba sostener sóla al personaje y la escena completa, en un espacio reducido y con el público cerca, con el cual tenía que prácticamente interactuar al mirarle a los ojos y hablarles directamente. Afirma que para enfrentarte a eso necesitas mucha seguridad en el texto, no salirte del personaje en ningún momento y tener la sensación de control. Agrega que encontró un libro que la acercó a otra dimensión del personaje, escrito por una periodista que investigó a profundidad la historia y realizó entrevistas a los psiquiatras, así como a la abogada del caso.
"El proceso de construcción fue muy interesante, porque al final la obra parte de una investigación casi periodística de Mayelit. Encontramos una serie de noticias que nos llevaron a videos en los que distintas personas explicaban la historia desde diferentes puntos de vista y pudimos ver a la mujer real, casi siempre en juicios, cuando la prensa la captaba a la entrada o salida, imagen que ella proyectaba que nos inspiró", asegura Gallego.
La historia del personaje de Eva no es amable, pero tiene muchos matices y, sobre todo, tiene que dar mucho que pensar. "Creo que ese efecto se ha conseguido. El público tenía que sentir esa tensión de estar delante de una asesina que ya había cruzado el límite y que podía volver a hacerlo".
Gallego considera que lo importante es que se recuerde que a veces hay personas, fundamentalmente mujeres, a las que el contexto social no les deja muchas opciones, que el aislamiento puede llevar a algunos al extremo y que lo que se puede extraer de la historia es la importancia que tiene la salud mental.
El elenco también está conformado por el actor Luis Jaspe, co autor de la obra, quien interpreta a un criminal conocido como el Comegente, personaje que dio mucho de qué hablar en Venezuela y cuya historia todavía conmociona al mundo. Su interpretación hace que todo aquel que esté presente se inquiete ante los movimientos fríos, pero bien calculados, la mirada aguda y la incertidumbre por no saber qué se le ocurrirá a este criminal, cuya respiración roza tu rostro cada vez que se acerca. Una actuación realmente intensa que te hace dudar si huir de la escena, corriendo el riesgo de encontrarte en el camino con el resto de criminales, o quedarte para saber más acerca de su historia.
Jaspe nos ofrece un trabajo fuera de serie y que deja sin aliento a todos los presentes, logrando encarnar la complejidad de su personaje, con sus gestos y movimientos. Desde el primer momento que sale a la luz, su presencia hipnotiza a la audiencia, transportándola a las profundidades del alma de este personaje controversial.
Especial mención hago del último actor, pero no menos importante, que forma parte de "La Ruta del Crimen". Se trata de Enrique Guart, quien da vida a un reconocido personaje, cuyo caso ha sido catalogado como fascinante y al mismo tiempo trágico en la historia de la criminología y que pone de manifiesto los peligros de las falsas confesiones y las consecuencias de la aplicación de técnicas coercitivas.
La puesta en escena que retrata la vida del sujeto referido dejó ver una interpretación sobre el escenario magnética. Desde el primer instante en que el público entra en contacto con él, se sumerge en su compleja psique. Con una intensidad palpable en cada gesto y mirada, Guart logra transmitir las turbias emociones y los conflictos internos que caracterizan al personaje. Su capacidad para capturar la dualidad entre la aparente serenidad y la oscuridad latente dentro del supuesto criminal es verdaderamente impresionante.
Además, la habilidad del actor para mantener la coherencia y la profundidad de su personaje a lo largo de toda su participación es digna de elogio. Ya sea en los momentos de calma o en los de ansiedad, su interpretación se mantiene auténtica y cautivadora, logrando una audiencia absorta por cada palabra y movimiento.
Viaje escénico inolvidable
"La Ruta del Crimen" contó con un trabajo minucioso y destacado de investigación y dirección, así como de interpretaciones excepcionales de la complejidad de cada personaje. El elenco ha superado todas las expectativas. Su entrega total a cada papel, combinada con las destrezas técnicas y el profundo entendimiento de cada historia, ha dado como resultado una obra que permanecerá en la memoria de los espectadores mucho tiempo después de que se cierren las puertas y que es digna de ser llevada a las instituciones educativas para abrir debates acerca del tema que trata.
En definitiva, representa una experiencia teatral poderosa que desafía al espectador a explorar las raíces profundas de la criminalidad y la complejidad de la naturaleza humana. Esta obra, singular en su enfoque, logra generar empatía, comprensión y reflexión en aquellos que deciden embarcarse en este intrigante viaje por las mentes atormentadas de los criminales y la misma sociedad.
La obra se está presentando hasta el 30 de julio en su primera temporada, en Majareta, lugar de encanto enmarcado en el arte, ubicado en la calle Almendro 18, en La Latina, Madrid. Se ofrece doble función los jueves a las 19:30h y 21:00h, así como un sólo pase los domingos a las 19:30h. Prometen volver en el mes de septiembre con una nueva entrega.
Sólo 15 personas por función
Reservas: 604202642
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