“SIMÓN”, una historia de culpas, perdón y libertad 

19.01.2024
Nominada a los Premios Goya como Mejor Película Iberoamericana

La película nos sumerge en lo difícil que es lidiar en tu corazón con las emociones que causa el haberse ido, el creer que no ha sido suficiente, que quizá se pudo hacer más por un país y la sensación de haber abandonado algo en lo que se creía profundamente, pero al mismo tiempo, también habla del perdón en sus diversas dimensiones. "Simón" representa un grito de libertad interior para los venezolanos y una crónica en vivo a ser difundida por el mundo

Gran expectativa ha habido en relación con "Simón" (Venezuela, 2023). Las personas que han visto solamente el tráiler se han hecho su propia película, basada en las experiencias que han vivido en carne propia o en las escuchadas de alguien cercano. Bastan solamente unos pocos segundos para revivir momentos o abrir heridas que todavía no se han sanado completamente. Sin embargo, esta producción va más allá de lo que a simple viste se ve.

Escrita y dirigida por el novel cineasta, Diego Vicentini, la historia se centra en un joven venezolano, interpretado por Christian McGaffney, quien lucha en las calles junto a muchos otros compañeros ante la insostenible situación política, social y económica de un país marcado por la corrupción, el deterioro acelerado, los abusos de poder y las injusticias. Convertido en un líder estudiantil, es capturado por las fuerzas de seguridad del estado, torturado y amenazado, lo que hace que traspase las fronteras y se vea en la necesidad de solicitar asilo, algo que jamás se le hubiera pasado por la mente unos meses atrás, pero que ahora lo ve como una posibilidad, lo que deberá pensar bien para tomar la decisión correcta.

Siendo el flashback el principal recurso narrativo, la historia entremezcla escenas del pasado y el presente, lo que incluye no solamente hechos, sino también emociones. Y es que de eso justamente se trata el eje central de la película, siendo las protestas e inclusive los abusos cometidos por las autoridades marcos referenciales.


Conflictos internos que juegan con la mente

En la película podemos ser testigos de dos versiones de Simón. Una de ellas muestra a un ser aguerrido, valiente e inequívoco en sus acciones, orgulloso de su país y su gente, pero sobre todo con la esperanza más que palpable, seguro de que con la lucha se logrará el triunfo. Pero también vemos a un joven al que le va aflorando lo más sensible del ser humano. Desde el miedo, hasta la supervivencia, Simón deberá cambiar la lucha en las calles por la interna, una que se convierte en mucho más intensa que la primera y algo de lo que poco se habla, pero que está más vivo que nunca y que incluye un mundo de emociones complejas que son encabezadas por la culpa, la vergüenza y hasta el arrepentimiento, lo que a la final termina por originar efectos tanto físicos como psicológicos.

Según su director, fueron las protestas y muertes ocurridas en 2017 las que detonaron el elegir este tema en un cortometraje que sería su tesis de maestría de cine en Los Ángeles Film Academy y que se convertiría más adelante en  la película de la que hoy hacemos referencia.  Los jóvenes caídos le causaron frustración, sobre todo porque pensaba que los que dieron más por la causa ya no verán a una Venezuela libre.

"Lo más difícil fue justamente escribir la película, debido a todo lo que implica el tema Venezuela y porque hay mucho que se quiere contar y denunciar, pero tienes solamente 90 páginas y además que entretener, ya que es una ficción. Hay que balancear el objetivo de informar ciertas cosas al venezolano, pero también al que no lo es, filtrarlo a lo más puntual y llevarlo a su esencia, eso fue lo más difícil", comentó Vicentini.

El perdón es uno de los puntos que esta película toma como centro, ya que los que se fueron sufren por no poder luchar y estar con su gente, llegando a sentirse culpables, al mismo tiempo que algunos son señalados por una u otra razón. En este sentido, Vicentini indica, "He tenido sueños con haber estado en una protesta en Venezuela. Es la culpa de haber querido estar ahí. Ese balance entre ésta y el perdón, del derecho a la vida y a buscar un futuro mejor, atado con el tema de emigrar, el cómo balancear eso con lo colectivo, lo social, con tu país y sobre todo con la tensión que eso crea. Es justamente lo que Simón está buscando, reconciliarse consigo mismo, entenderse tras verse obligado a irse y una manera de reaccionar es en parte con esa apatía e indiferencia de ´no me hables más de Venezuela, porque duele que se extrañe, que no se haya hecho lo suficiente o, peor aún, que se haya abandonado algo´, pero al mismo tiempo perdonarnos a nosotros y a los demás por lo que hemos o no hecho. Ahí está el epicentro emocional de la película".

McGaffney, por su parte, considera que "el país que mi generación conoció ya no existe, por lo que no puede haber un paraíso en esas circunstancias, pero si le preguntas a la gente que vive afuera si vive en uno, seguramente la mayoría te dirá también que no". El proceso de construcción de su personaje demandó mucho en lo mental y emocional. "El estrés postraumático, llegar a ese arco de colores del personaje a medida que va avanzando la historia y a cualquier cosa que lo lleve a tratar de mostrar en unos pocos segundos en cámara el infierno que se tiene dentro de su cabeza creo que fue el reto más complicado y, como venezolano, en el aspecto social, llevar la responsabilidad de contar la historia de esos muchachos que salieron a la calle y de los cuales algunos no regresaron. Hubo un peso artístico como actor y uno social como venezolano con esa responsabilidad".


Mundos que se liberan 

Tras haberse presentado en diversas plazas cinematográficas en varios países, el equipo ha sido testigo de algo que jamás esperaba y es la reacción de un público que ha tomado la historia no como un producto más, sino como un detonante para procesar las emociones mediante la catarsis. Muchos son los que entran esperando ver escenas de lucha o quizá una fotografía de lo que vivieron, pero se encuentran con un resultado que los ayuda a desahogar lo que tienen guardado por lo que experimentaron y, más aún, a entender que no debe existir culpa por haberse quedado o ido del país. Pero esta sensación no la sienten solo los espectadores, es algo que también han experimentado sus propios realizadores.

"Ha sido bien terapéutico el después. Obviamente la escribí por lo que siento, por el sentimiento de culpa, pero después de ver la película completa con audiencia, con otros venezolanos y ver lo que les produce, lo terapéutico y catártico que puede ser y cómo estás informándole al resto del mundo lo que ha sucedido en Venezuela, te das cuenta del poder del cine y lo que ha ido logrando la película a nivel psicológico y emocional en las personas y eso me hace sentir bien, sobre todo el poder permitirme a mí mismo sentir que si he hecho algo por el país", dice Vicentini.

Para McGaffney, como actor llegó a sentir que estaba drenando. "El guion me estaba dando una oportunidad de mentar la madre con palabras no necesariamente tan textuales y yo pensé que iba a quedar un poco más ligero después de haberla hecho y cuando regresé a casa me di cuenta de que no era así, el golpe personal o lo que uno entrega en una película como esta no lo ves inmediatamente, es un efecto rebote. En ese aspecto, fue transformador no de la mejor manera posible. Luego, cuando ves el resultado, vas al cuarto de post producción y te das cuenta del logro que hay después, cuando ya está editada, viene entonces ese sabor de boca más interesante y mucho mejor, más dulce que es el ver que hay una película y un mensaje que funciona y saber que podemos básicamente informar a una cantidad de personas a través de ese mismo sufrimiento que tuve que pasar yo. Allí ya deja de ser sobre uno y empieza a ser algo más universal y grande".

El elenco se encuentra conformado también por Jana Nawartschi, Roberto Jaramillo, Luis Alejandro Silva, Franklin Vírgüez, Pedro Pablo Porras, Prakriti Maduro, José Ramón Barreto y Arianne Girón.


La aventura de hacer realidad un proyecto con ingenio 

La película contó con un equipo de producción liderado por Jorge Antonio González y Marcel Rasquin, que tuvo que lidiar con múltiples inconvenientes en el camino, como la pandemia y los pocos recursos. Sin embargo, en el trabajo final se demuestra que no hace falta tener grandes sumas de dinero para lograr un buen producto final, sino ingenio, talento, creatividad y amor a lo que se hace. Para ello, lo más difícil fue justamente manejar un proyecto con un muy bajo presupuesto, haciendo lo imposible para que luciera como uno de gran producción. Esto se logró gracias a que a pesar de tener pocos recursos, se manejaron de manera eficiente y se contó con la ayuda de muchas personas que apoyaron y gracias a los que hoy en día se ve el resultado final, con una fotografía robusta y unos valores de producción sobresalientes. Pero más allá de eso, Rasquin asegura que "el reto más grande tiene que ver con la responsabilidad del tema que estamos tocando. Normalmente, estas películas que cuentan hechos atravesados por conflictos políticos tan grandes suelen dejar pasar más tiempo para poder revisitar la historia reciente, que en nuestro caso, no es así, sino que es absolutamente presente. La responsabilidad de abordar esa historia que de alguna forma incluyera el transcurrir y vivencias tan recientes, frescas y explicar Venezuela en un personaje y en un relato de dos horas era un reto de narrativa y producción importante y se asumieron con amor, dignidad y aplomo. Hacer la película también fue emocionalmente muy dura, desgastante y al mismo tiempo nos llenaba el alma y el espíritu".

Por su lado, González considera que "La arista que representa más a la película tiene que ver con el abrazo e inicialmente con la separación que han vivido millones de personas. Estamos hablando del éxodo migratorio más grande de la historia del hemisferio occidental. Eso se ve en la película y se sana de alguna manera. Las personas que la vean van a sanar y a reencontrarse con esa despedida y tendrán una nueva mirada de esa triste realidad que hemos vivido".

La cinta cuenta además con la producción ejecutiva de Gabriel Sanz, el diseño de producción Panchi Sanfuentes, la dirección de fotografía de Horacio Martínez, la música de Freddy Sheinfeld, el sonido de Jan Bezouska, el color de Jason Knutzen, el maquillaje de Carla Barrios, el vestuario de Marcos Durán y el casting de Lauren Herrel y Guillermo Londoño. 

Los padres de Vicentini tampoco se han quedado afuera del proyecto, ya que lo han acompañado durante todo el proceso, apoyando cada uno de sus pasos. Claudia Angresano, su madre, sintió desde un principio que se estaba haciendo algo muy bueno, pero lo que nunca imaginó fue el resultado en las personas. "Hasta que no ves la reacción de la gente, no llegas a la hora de la verdad. Creo que eso sobrepasó lo que Diego se imaginaba cuando estaba escribiendo el guion. Es la sensación de misión cumplida". Su padre, Andrés Vicentini, cree que "el haber evidenciado todo lo que causa el ver la película y que tenga ese efecto múltiple de entender la traición, la culpa, el perdón en varias de sus múltiples formas, que es el auto perdón y el perdonar a otros, sobrepasa el hecho de que es el vehículo para visibilizar la historia y, aunque pueda ser casi un documento histórico, se trata de la Venezuela de hoy, Venezuela es la película".


La ruta de "Simón"

"Simón" fue estrenada en abril de 2023 en el Florida Film Festival de Orlando, en el que fue acreedora del Grand Prize y Premio de la Audiencia, convirtiéndose en la Mejor Película del evento cinematográfico. Posteriormente, fue presentada en el Dallas International Film Festival, en el que recibió el Premio a Mejor Película Internacional (Premio de la Audiencia). Participó en el Festival de Cine Venezolano de Mérida, donde se llevó los premios a Mejor Película, Mejor Director, Mejor Actor de Reparto para Franklin Virgüez, Mejor Fotografía, Mejor Edición y Mejor Guion.

Entre otros reconocimientos, ha recibido el Premio de la Audiencia en Charlotte Film Festival, el Premio a Mejor Película Internacional (Círculo precolombino de Plata) en el Festival de Cine de Bogotá y Mejor Película y Mejor Director en el Festival de la Crítica Cinematográfica de Caracas. La cinta también se ha presentado en el New York Latino Film Festival, San Diego International Film Festival y Los Ángeles Independent Film Festival.

En Venezuela, el filme ha recibido la aceptación y buenas críticas de parte del público, siendo uno de los títulos más taquilleros en los últimos años. Cabe destacar, que según el Instituto Gubernamental de Cinematografía (CNAC), la película podría violar la Ley contra el odio, lo que implicaría condenas de 10 a 20 años, situación que no sorprende a los realizadores, ya que estaban conscientes del riesgo que representaría tocar ese tema y que significaría no regresar al país.

Aunque la Asociación Nacional de Autores Cinematográficos (ANAC), encargada del proceso de selección de las películas para los Premios Oscar, no escogió a "Simón" para su participación en la competición, recibiendo 10 votos a favor, 12 en contra y 2 abstenciones, el 25 de septiembre de 2023 la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Estados Unidos solicitó incorporar el guion de la película a la colección permanente de su biblioteca. Fue seleccionada por la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas para representar a Venezuela en la 38.ª edición de los Premios Goya, siendo nominada oficialmente el 30 de noviembre de 2023 en la categoría Mejor Película Iberoamericana.

"Simón" ya puede ser disfrutada en las principales salas de cine de España, a donde fue estrenada ante la expectativa de muchos que esperan verla cuanto antes.

Mientras tanto, Diego Vicentini ya tiene en mente su próximo proyecto, que ha sido en parte alimentado por la experiencia se su ópera prima y que, según él, se ha convertido en una lección muy valiosa en esa búsqueda de algo que realmente sea auténtico y honesto. Christian McGaffney, mientras tanto, sigue activo en la obra "Las aventuras de Juan Planchard", que se presenta en Miami, y cuyos productores están tratando de llevar a otros países. También estrenará próximamente una comedia llamada "El duelo" en esa misma localidad.


Texto: VIP ONLINE NEWS / Material de prensa: Ana Ros (Prensa & Promoción Cine)


https://www.simonmovie.com/

https://www.instagram.com/simonthefilm/?hl=en


Ana Lovely 
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